El Desafío de Mantenerse Sorprendido y lo que Aprendí en India
- Diana Rocío Santos Morales
- 6 dic 2024
- 2 Min. de lectura
Una de las mayores dificultades cuando viajas con frecuencia es mantener la capacidad de asombro. Al principio, cada nueva maravilla —ya sea una mezquita, una pirámide egipcia o un edificio imponente— te deja sin palabras. Pero, con el tiempo, lo que inicialmente parece asombroso comienza a volverse parte de la rutina. Al final, ver esas maravillas por tercera o cuarta vez no tiene el mismo impacto que la primera.
Y creo que eso es lo que hacía a mi abuelo tan especial: su habilidad para asombrarse, especialmente por las pequeñas cosas de la vida. Era capaz de encontrar maravilla en lo cotidiano, y esa es una capacidad que quiero desarrollar. Me esfuerzo por ver algo especial en cada día, por transformar lo ordinario en algo extraordinario.
Fui a visitar una de las siete maravillas del mundo moderno, pero lo que realmente me dejó sin aliento fue la propia India. Este país me desafió en todos los sentidos, rompiendo cualquier expectativa previa. Es difícil poner en palabras lo que viví allí, pero puedo afirmar con certeza que India tiene el poder de sacarte de tu zona de confort una y otra vez. Cada rincón está lleno de matices únicos que exigen que dejes de lado tus propios prejuicios y te abras a una forma completamente distinta de ver el mundo.
Esa experiencia me obligó a confrontarme conmigo misma, a explorar mis límites y a encontrar nuevas perspectivas. Aunque India no fue un destino fácil, lo que me ofreció fue invaluable. Es un lugar que transforma, que sorprende y que enseña, siempre que estés dispuesto a rendirte ante su complejidad. Su verdadera grandeza no está solo en lo que se ve, sino en lo que se siente al entregarse a todo lo que tiene para ofrecer.

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