El Arte del Baño Público en Japón: Limpieza, Comodidad y Respeto

Cuando se habla del desarrollo de Japón, muchos piensan en sus trenes de alta velocidad, sus impresionantes ciudades o su avanzada tecnología. Sin embargo, para mí, su verdadero desarrollo radica en su cultura de respeto. Este valor impregna todos los aspectos de la vida cotidiana y, en mi opinión, resume por qué Japón es tan admirable.

Un ejemplo claro es la gestión de la basura. Durante mi visita, noté que en las calles apenas hay basureros (excepto los destinados al reciclaje de botellas), pero tampoco hay montañas de desperdicios. Yo me preguntaba "¿cómo logran mantenerlo todo tan limpio?" Llegué a la conclusión de que los japoneses asumen la responsabilidad de sus desechos y se esfuerzan por evitar que estos afecten a los demás. Además, es poco común ver a las personas comiendo mientras caminan, ya que consideran el cuidado de los espacios públicos como un deber colectivo.

Otro aspecto que refleja su respeto es la organización al caminar, especialmente en el metro. Todo está pensado para facilitar el movimiento: quienes tienen prisa pueden avanzar sin problemas gracias a un "carril imaginario" para rebasar. En los espacios públicos, incluso se considera inapropiado hablar por teléfono, una norma que a menudo está señalizada de forma explícita. Aunque debo admitir que no es mi regla favorita, refleja el compromiso de los japoneses por minimizar molestias y mantener un ambiente armonioso.

Pero yo a lo que vine fue a hablar de los baños públicos, no me dejan de asombrar. Había escuchado mucho sobre ellos, pero vivir la experiencia fue mi parte favorita de Japón. Cuando eres mochilera, te das cuenta de que las necesidades básicas, como un baño, pueden llegar a ser un lujo. Incluso en una tienda de conveniencia o una gasolinera, los baños no solo están LIMPIOS, sino que hasta huelen bien (bueno, en su mayoría). A parte de que los inodoros son una maravilla que no puedo explicar. Durante mi viaje de dos semanas en una van con Patrick, una de mis mayores preocupaciones era cómo resolveríamos las necesidades básicas, pero esto dejó de ser un problema. Encontramos baños limpios y accesibles en parques, estaciones de servicio y tiendas abiertas las 24 horas.

Los baños japoneses son una perfecta combinación de tecnología y respeto hacia los demás, un fiel reflejo de su sociedad. Japón me enseñó que el desarrollo no solo se mide en avances materiales, sino también en la capacidad de vivir en armonía y cuidado mutuo.