top of page

Dos vuelos perdidos en menos de un mes: nuestra vida como nómadas digitales

  • Foto del escritor: Diana Rocío Santos Morales
    Diana Rocío Santos Morales
  • 13 jul 2024
  • 2 Min. de lectura

Patrick y yo decidimos vivir una vida distinta que a veces muchas personas no entienden ya que no es una vida convencional. Queríamos ver el mundo juntos, así que renunciamos a nuestros trabajos para convertirnos en nómadas digitales. Hemos estado haciendo esto por casi un año, pero muchos de estos viajes los hacíamos por separado. Sin embargo, este año decidimos hacer más viajes juntos.

Emprendimos nuestro viaje en el lugar donde nos conocimos, Panamá, y después íbamos a ir a Florida, Estados Unidos, para casarnos en Miami. Desde que me propuso matrimonio, esa era la idea: queríamos hacer este momento íntimo en un territorio ajeno a ambos para que fuera justo. Pero estando en el aeropuerto de Panamá, listos para hacer nuestro check-in, en el counter le informan a Patrick que no puede viajar ya que su permiso lo tiene en otro pasaporte.

Patrick, como buen alemán, quiere estar preparado para cualquier evento y pensó que en algún momento necesitaría un segundo pasaporte. Así que sacó uno y lo dejó en Alemania con sus padres para que se lo guardaran. Resulta que en ese pasaporte tenía registrado su permiso para ingresar a Estados Unidos. Así que me fui yo sola a Estados Unidos, y unos días después, le llegó su nuevo permiso con el pasaporte que tenía a mano y nos encontramos en Florida.

Nuestro siguiente viaje era a Alemania para nuestra boda, y todo salió sin novedad. Cuatro días después del evento, teníamos planeado ir al país Georgia como mi regalo de cumpleaños número 30 de parte de Patrick. Camino al aeropuerto, tratando de hacer el check-in en línea, nos damos cuenta de que necesito visa y no puedo viajar. A veces, las cosas no salen como pensamos, y muchas de esas veces es nuestra culpa. Pero solo nos queda aprender de los errores y disfrutar el momento en el que estamos. En ninguna de las dos situaciones nos estresamos; entendimos que fue un error y nos adaptamos.

La vida como nómadas digitales nos ha enseñado que la flexibilidad y la paciencia son claves. No todo sale según lo planeado, pero cada contratiempo es una oportunidad para aprender y crecer. Aunque perdimos dos vuelos en menos de un mes, estos momentos nos recordaron la importancia de valorar cada experiencia.

Ahora me encuentro escribiendo esto en la casa de los Schenk, donde me han tratado con la clásica hospitalidad Alemana, y donde probablemente ganaré unas libras de más ya que nunca faltan los dulces, pasteles y pan pero son libras llenas de amor. ¿O terminará como Hansel y Gretel?

 
 
 

Comments


¿Quieres ser parte del equipo de redacción?

¡Gracias por aplicar!

© 2024 Creado por Rubén Santos

bottom of page